martes, 8 de agosto de 2017

COMO Y CUANDO DISCIPLINAR A UN NIÑO

¿Cómo disciplinar a un niño?

Cuando se trata de disciplinar a nuestros hijos, los adultos solemos cometer dos errores muy frecuentes: dejar que el niño haga lo que quiera y consentirlo, por un lado o pedirle un comportamiento responsable y maduro cuando aún no tiene la edad suficiente para ello, por otro lado.
Muchos padres temen perder el cariño de sus hijos si imparten autoridad. En líneas generales solemos tener problemas para disciplinar a nuestros hijos cuando:
  • Hemos sido criados de modos muy severos y nos resulta casi imposible no impartir dicha disciplina estricta y rígida sobre los niños, lo cual es negativo para ellos puesto que los niños crecen pensando que todo aquello que hacen, está mal y nunca será suficiente para satisfacer los deseos de los padres. En este punto hay que tener especial cuidado puesto que los niños no lo comprenden como los adultos y el comportamiento estricto destruye su autoestima en formación.
  • Por otro lado, muchos padres no han recibido la suficiente disciplina por parte de sus propios padres y, por esta razón, desconocen cuándo deben aplicar la disciplina y cuando no. 
Hay que comprender a la disciplina no como una imposición negativa como en el pasado, sino como una imposición necesaria para el niño: ser firmes con un castigo no implica ser  autoritarios.

¿Cuándo disciplinar a un niño?

Cuando un niño hace algo indebido, es necesario disciplinarlo. El problema reside en cómo disciplinar cuándo disciplinar porque esto puede ser, en muchos casos, difícil de hacer.
No apoyamos los castigos físicos, es decir, aquellos sobre el cuerpo del niño, aunque sí se utilizaban décadas atrás, hoy en día se conoce que es mucho más efectivo la palabra u otro tipo de castigos. Veamos algunas recomendaciones:
  • Tras un acto donde los padres deben disciplinar al niño es necesario ser recto y no ceder ante el enojo del niño (porque en el 99% de los casos, esto ocurrirá).
  • Por otra parte debemos estar de acuerdo con nuestro cónyuge en cuanto a la aplicación de la disciplina. Poco efecto tendrá si uno de los padres dice una cosa y el otro lo desautoriza diciendo lo contrario.

¿Por qué disciplinar a un niño?

Todo niño necesita disciplina. Algunos necesitarán más y otros menos, pero irremediablemente llegará el día en que los niños hagan algo y los adultos deben corregirlos. La falta de corrección de las actitudes del niño, habilita psíquicamente al niño a “buscar más límites” y, en consecuencia, si no se logra disciplinar al niño a tiempo, luego él intentará cruzar ese límite “no impuesto” y la actitud de rebeldía posterior será mayor.

Beneficios de la disciplina

Aunque a continuación se detallan algunos beneficios de las disciplina, lo cierto es que cada niño puede tener innumerables beneficios en forma personal.
  • Permite una mejor adaptabilidad del niño en sociedad, tanto en el ámbito escolar, como en la vida adulta. 
  • Permite que el niño alcance sus diferentes metas, dado que la autodisciplina, con el tiempo trae grandes beneficios. 
  • Ordena su mundo interno y externo. 
  • Incorpora responsabilidades y le ayuda a elevar su autoestima e independencia.
Fuente:
http://www.escuelaenlanube.com

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